II CERTAMEN GENARIANO DE VERSOS BURLESCOS
A continuación se presenta un especial de todo lo relacionado con la convocatoria
del segundo certamen celebrado en 2012. Volver al índice de poemas LAS GENARAS Por Clara Martínez (León) Era del jueves el último judío en el que el pícaro mayor del húmedo se me apareció pío a mostrarme su vida y el su mundo. Volvía a casa tras los cortos y vi ¡aparición divina! por la calle de los cubos alguien que a un cubo subía y decía: Cubo a cubo me bebo mi buen orujo cuba a cuba no hay muralla que no suba. Oh Genaro Blanco Blanco tú insigne pellejero que evangelistas cantaron tus milagros entre rezos. Entre las calles cambiantes mi guió hasta el pasado me llevó a buena cantina el tan famoso borracho. No me extrañaba de nada yo que estaba embriagado, entre muertos vi que estaba Genarín me había llevado y más que causarme miedo no me importaba un carajo. Nos pillamos una curda infame turba de borrachos graves que acompañamos con tapas de cosas finas y suaves. Huevo, morcilla y cecina, influjo de tales manjares castañas, botillo y habas surgieron estos cantares. Y allí el buen poeta Herrero Verso a verso, sin un pero Catando buen orujillo Reclamó historias al pillo Que poniéndose muy serio Recordando aquellos tiempos Por el León más pellejo Nos contó grandes momentos Y yo que no fui pelele Volví a creer en placeres De la noche y sus deleites Calentó el orujo el seso Y entonces no hubo deceso Para contar con detalle Los milagros de la calle Recordó el hombre aquel día En que su mano divina Mandó sobre la Cultural golpe de fortuna tal Que a miles hizo rezar Entonces quiso brindar Por aquella buena moza Que aunque ya nadie la goza En un gesto de cordura Tras descubrir sepultura Se retiró con premura A su Galicia natal. Que entre las voces de tumba se oye que es tradición de León, muy bella y vieja hacer un buen filandón. Comienzan a recitar mano a mano padre e hijo Michi y Leopoldo se llaman y Panero es su apellido. Sigue un tal Crémer diciendo se echa en falta a Zapatero entre tanta gente insigne: ¡guarda plaza mesonero! que todos vienen aquí después que pasa su entierro a tomarse unos cortines también jefes de gobierno. Y entre tanta algarabía yo también me levanté para decir unos versos que a Genarín dediqué: Cubo a cubo me bebo mi buen orujo cuba a cuba no hay muralla que no suba. Dicho esto me caí perdí la noción del tiempo y cuando me desperté estaba solo en el suelo bajo un cubo de basura que abrazaba como un lelo. Vi frente a mí unas ofrendas que aún ahora lo recuerdo orujo, naranja y queso lo sabrosos que supieron. Volví a mi casa pensando Genarín mi San Genaro, otro milagro ya has hecho, yo te dedico estos versos: Cubo a cubo me bebo mi buen orujo cuba a cuba no hay muralla que no suba. Volver al índice de poemas |
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COFRADÍA DE NUESTRO PADRE GENARÍN |
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