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DELIRIOS DE UNA COPA DE ORUJO
Por Ángel Viejo Llamazares (León)

En una noche de jauría
el reloj marca las diez
después de la copita de orujo
que nunca fueron un lujo.

La noche cae con fuerza
como siglos afilados en el tiempo
las diez las once las doce
y la entrepierna se me desboca.

Mande un mensaje  por wasap a la Moncha
para hacerla la inspección diaria,
simplemente el control diario preventivo
que elaboré en los estatutos
de la mejor escuela de  burdelería
que yo mismo fundé
y que Francisco Pérez Herrero,
también conoce muy bien.

Ya en delirios sobre mi triclinio
una melodía coplera
de esas que cantaba
mi fiel discípulo
invadían el imperio de mi existencia.

En fin Genaro,
nuestro querido Genaro
maestro inventor en levantamiento
de copas de orujo,
cuando recuerdo tu nombre,
cuando imagino tu nombre
hay, rompo un verso
que suena
a belleza,
retumbando en el mundo.

En éste invierno leones tan atípico
con veintitrés grados en León
a éste paso llegará a los grados del orujo.

Austeridad nos exportan desde Alemania,
ya que gracias el leones del talante
ahora ocupamos en el podium el primer puesto
en tasa de desempleo.

A golpes de tragos de orujo,
en otro de mis delirios
os vuelvo a recordar.

Respiráis para trabajar
y vivís para trabajar,
amontonando montones de dinero
y olvidáis lo primero
que siempre fué el gozaaarrrr.

En fin Genaro,
nuestro querido Genaro
maestro inventor en levantamiento
de copas de orujo,
cuando recuerdo tu nombre,
cuando imagino tu nombre
hay, rompo un verso
que suena
a belleza,
retumbando en el mundo.

Mis queridos fieles y seguidores
informar a los de mi cofradía,
que en un trono me llevan
entre tanto albedrío
y traerme unas copitas de orujo
que en tumba paso frío,
más que en la Antártica
y ya por pedir,
una buena moza
para que me haga compañía.

Me acabo de enterar,
que hasta a Albert Einstein
se le puso en duda,
la teoría de la relatividad
hecho que hasta hace poco
se ha desmentido.

Y es que somos tan parecidos,
el fué líder en la física
y yo en lo mío.

Un favor, os pido
no  abandonéis mis enseñanzas
en el crapuleo
y demás actividades lúdicas.

En fin Genaro
nuestro querido Genaro
maestro inventor en levantamiento
de copas de orujo,
cuando recuerdo tu nombre,
cuando imagino tu nombre
hay, rompo un verso
que suena
a belleza,
retumbando en el mundo.



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