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ORUJERA DEVOCIÓN
Por Jorge Rodríguez Sánchez (Madrid)

Genarín Genarín
que hará 82 años
saliste del rebaño de los vivos
para irte al bendito cielo
donde el agua no es tal, sino orujo,
en vaso de sidra servido.

Pellejero de León
que con ese salero
no te faltaron furcias ni necesitaste dinero.
Que cuando una mujer es amiga
no te la beneficias en vida
y tu rompiste esa regla
en vida, y viviendo mejor.
La Moncha compañera
de aventuras y desventuras
que según las Santas Escrituras
fue ella quién descubrió el fiambre.

Genaro, Genaro de León
que con crisis o sin crisis
nunca te faltó el botillo ni la copina de orujo.
Intercede por la Cultu, como ya hiciste hace años
y haz que acabe pronto
este trago tan Tamargo,
pues somos equipo grande
y hasta nos quisieron los árabes.
Por favor, Padre Genaro
que subamos a Primera
y ya de paso,
bajen los pucelanos.
¿No es verdad Padre Genaro
que en este país de pandereta
ya sea roja rosa o azul gaviota
nos la cuelan igual?
Que pese a todo, oye,
¡Hemos ganado un mundial!
y aunque no hay representación de la tierra
nos da igual , ¡copón!
que Del Bosque es de Salamanca,
al ladito de León.

Genarín Genarín
que de Viñayo a Villamanín
de Villablino a San Emiliano
el que no te venere,
no es que esté en Babia
ni es cazurro, es más bien un asno.

Bendito canalla, la suerte tuviste
de ser protagonista en los relatos
de las mejores plumas y letrados
que ha dado León.
En especial, de aquel Llamazares
nacido en el Vegamián hundido
que pese a todo lo escrito
siempre serás su divo.

Ay Genaro,
lo que esta ciudad lloró
cuando tu esquela publicó
el Diario de León.
Maldito Jueves Santo
que la vida te arrebató
y desde entonces te honramos
desde el Grano con amor
hasta la Pulcra Leonina,
que te contempla
con su gótica cristiandad
y se le hincha el pecho al verte pasar.
Llegamos a las murallas
donde con puño de ferro castigaste
a un ladrón de negro guante
que tu queso y orujo quiso robar.

Esta evangelística procesión
dirigida por el difunto poeta Francisco Pérez Herrero
que en el cielo descansa
a la derecha del Santo Pellejero.
El último de los cuatro
de orujera devoción
en el 86 marchó zumbando
de estas tierras de León.
Como ya sabemos todos,
existen otros tres evangelistas
Eulogio ”el Gafas”, más coplero que taxista.
Hasta nuestro paisano Rafa Guerrero
no hubo en el mundo entero
un árbitro como Porreto.
Y por último Luis
pues Rico dejó de ser
tras unas cuantas cogorzas
muy dignas de ver.

Hasta aquí este sacro epitafio
o soneto o poema,
que con ánimo de lucro
y aún a riesgo de parecer zafio,
con esos 300 euros
compraba yo un granel de orujo
para celebrar bien el Jueves Santo,
pues como están las cosas...
el bolsillo más no estrujo.



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