I CERTAMEN GENARIANO DE VERSOS BURLESCOS
A continuación se presenta un especial de todo lo relacionado con la convocatoria
del primer certamen celebrado en 2011. Volver al índice de poemas HAZAÑAS DE UN CAZURRÍN Por Javier Matilla Domínguez (Trobajo del Camino - León) Corría la vida despacio a principios del siglo veinte en un pueblo que contaba ya por miles sus paisanos, enfrascados los que más en asuntos de bragueta, al abrigo de la escarcha que el invierno destilaba, como gotas de aguardiente para aquellos trasnochados que guiñaban con un ojo, mientras pasaban el trago de jugar al escondite con ropones pertrechados, que de más de cien botones todos ellos alineados vestían sin par, los dueños de lo divino y lo humano. Y como quiero seguir contando las hazañas que acaecieron a esta tierra en esos años, de popular es bien sabido la existencia de un pagano, hombre de muchos oficios, hombre de oficios varios, que empezó blandiendo estoques y acabó de barrio en barrio comprando pieles al peso, ya fueran de pobre gato, de vaca o de ruin conejo, con tal de llevar al saco un puñado de pesetas, que le quitaran el hambre y le dieran buenas tetas. Mas la fama de bohemio de putero y borrachín, se la ganó muy a pulso nuestro “Padre Genarín”, pues no había en todo León vividor y mujeriego, con más arte y devoción. Consagrado a la bebida y a su instinto picarón, frecuentaba lupanares, casas de inútil perdón, y en todos esos lugares del barrio de San Lorenzo compraba a plazos su honor, en Francisquita o Bailabotes con mancebas conocidas todas ellas por sus motes. Tiene cuatro evangelistas que describen con detalle, fieles todos a sus cuitas escritas de calle en calle, mas, destaca aquí el primero, por propagador honrado cuyo nombre es de poeta: Francisco Pérez Herrero. Cuatro milagros le asignan que son puntos cardinales, de cualquier fiesta pagana metida en asuntos tales, donde se divide el pueblo en cosas de los altares. Desde años ha, se celebra vía crucis en procesión, donde todos los cachondos siguen al” Santo Patrón”. Vienen de la Plaza el Grano con antorchas y estandarte, hasta llegar a los cubos bebiendo a sorbos su parte. Aquí, una hogaza de pan con su botella de orujo, un queso y una naranja trepan rozando las piedras, después de llenar la panza, a lomos de hermano fiel que ofrece desde lo alto, la corona de laurel. Adiós pobre pellejero, adiós Genarín canalla, que hoy celebramos tu entierro con los frutos de una parra. Qué efímera es la vida, nunca quisiste consejo, buscabas una quimera, y al fin dejaste el pellejo jiñando en la carretera. Volver al índice de poemas |
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COFRADÍA DE NUESTRO PADRE GENARÍN |
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