XI CERTAMEN GENARIANO DE VERSOS BURLESCOS
A continuación se presenta un especial de todo lo relacionado con la convocatoria
del onceavo certamen celebrado en 2023. Volver al índice de poemas DE LA MILAGROSA APARICIÓN DE NUESTRO VENERABLE GENARÍN Y SU ECUMÉNICO LEGADO. EN PIE SEMIQUEBRADO Por Javier Castrillo Salvador (Tarilonte de la Peña - Palencia) Durmiendo estaba la mona al socayo de la helada leonesa cuando una voz socarrona me sacó de la curda por sorpresa. “¡Despierta ya! parroquiano elegido entre los vivos por el menda p´a darle voz -voy al grano- al legado que suscribo sin enmienda”. Miré al frente y nadie había. “Alza la vista unos palmos, borrachín” Joder, no me lo creía, allí estaba, flotando, el mismísimo Genarín. A su lado refulgían nuestro gran Pérez Herrero: “Tuercedientes”, y otros de la Cofradía. ¡Cómo no!, Fermín Carnero un paso al frente. “La Moncha”, “La Bailabotes”, “La Anselma”, “La Abuelina” y cuantas un día probaron el generoso cipote, la canela más fina de Genaro. “Como decía, rapaz, quiero que seas pregonero de mi catecismo y de una forma locuaz transmitas al mundo entero el “Genarismo”. Diez mandamientos te entrego para que a ellos se atengan mis cofrades descarriados y no den palos de ciego cuando quieran ser por mis verdades difamados. Presta atención, que corre prisa, pues por aquí la Ley Mordaza está que arde. Como faltamos a misa, el Jefe anda a la caza... y se hace tarde: PRIMER MANDAMIENTO Amarás a la mujer más que a nada en este mundo de mentiras. Y, si se puede yacer, no lo dudes un segundo: te la tiras. Da igual si joven o viejo, para el chingue no hay edades ni canguelo. Quien ha probado el conejo en todas sus variedades ya vio el cielo. Palabra de pellejero: como la piel de una hembra no hay ninguna. Aunque te cueste dinero, no la palmes sin catar al menos una. Que la existencia sin trabe es empeñarse en vivir contra natura. Quien lo probó bien lo sabe: no lo hay como subirse a las féminas monturas. SEGUNDO MANDAMIENTO No mientes mi nombre en vano, jamás me apeles en seco y menos sobrio. Si no le das al campano para mí serás sólo un eco del oprobio. Con un azumbre de vino es más gozosa la estancia en este mundo. Apura el vaso con tino y hallarás dentro de ti lo más fecundo. TERCER MANDAMIENTO Santificarás el día que “La Boni” me dio puerta mientras estaba meando. Beberás con alegría, con la bragueta entreabierta br> y, a ser posible, chingando. A las doce de la noche, cada nuevo Jueves Santo, en la Calle de la Sal, te abonarás al derroche, a lo prohibido y a cuanto pueda sonar a inmoral. Siéntete como un Borbón, haz lo que quieras sin miedo ni tapujos siguiendo la procesión y trasegando a mi salud unos orujos. Mejor cantar con buen tino entre tragos de aguardiente y a mansalva que lamentarse cansino hasta acabar tristemente criando malvas. CUARTO MANDAMIENTO Honrarás los lupanares, tascas y demás garitos noctámbulos. Son los mejores altares para gozar de nuestros ritos sonámbulos. ¿Qué sería de nosotros sin estos templos mundanos y complacientes? ¿Conocéis, acaso, otros donde merezca más la pena ser clientes? QUINTO MANDAMIENTO No matarás nunca el rato sin pareja ni copa en los adentros. Si te pillo en desacato sin miramientos te crujo en el momento. No busques la soledad, ya viene sola cuando menos te lo esperas. Date a la promiscuidad y haz siempre del fornicio tu bandera. SEXTO MANDAMIENTO Cometer actos impuros es requisito procaz en mi doctrina. La castidad es bromuro que ni otorga santidad ni te la empina. Si la impureza es gozar de todos los sentidos a diario nos tendremos que manchar... Y que sufran los puros su calvario. SÉPTIMO MANDAMIENTO No robarás si no es p´a putas, juego, bebida y sustento. Al fin y al cabo eso es lo único que en la vida viene a cuento. No robes por ser más rico, o acabarás de ti mismo defraudado. Te sentirás un borrico, un diputado podrido, un ministro aforado. OCTAVO MANDAMIENTO Miente cuando la verdad duela más que la mentira pura y dura. Faltos de sinceridad nos sobran aquí la tira: mira al cura. ¡Qué decir del presidente, del alcalde, el juez y el procurador! Por salvar el culo mienten sin vergüenza, sin recato y sin pudor. NOVENO MANDAMIENTO Peca bien de pensamiento, de lujurioso deseo consumado. Haz conmigo el juramento de entregarte al cachondeo sin cuidado. A falta de carnes prietas sólo queda el amor propio y el magín. Si hay que inventarse unas tetas, maquinamos las mejores y al trajín. DÉCIMO MANDAMIENTO Tú codicia, que algo queda, cada hembra que merezca un revolcón. En amor, haz lo que puedas, y bendita sea toda tentación. Lo mismo da la vecina que la novia de tu amigo o la cuñada. Si ahí está la golosina será para comerla bien regada. En resumidas cuentas, que de jugar, beber y folgar nunca jamás te arrepientas”. Dicho esto, se caló la gorra y fue ascendiendo sobre la Pulchra Leonina despacio, con la pachorra que sólo un buen fantasma lleva encima. Una recua de pendones lo seguían de jarana hacia lo oscuro. Desaparecieron y después ¡Manda cojones! me meé en los pantalones, os lo juro. Un año va a hacer ya de esto y ante vosotros hoy cumplo la promesa que entonces hice al maestro de “ponme otra copina y tente tiesa”. Ahora queda en vuestras manos: el dictado de Genaro ya es de todos. Brindemos por él, hermanos, empinando las vergas y los codos. ¡Por Genarín el cachondo, arriba, abajo, adelante, atrás...y hasta el fondo! Volver al índice de poemas |
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COFRADÍA DE NUESTRO PADRE GENARÍN |
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