XI CERTAMEN GENARIANO DE VERSOS BURLESCOS
A continuación se presenta un especial de todo lo relacionado con la convocatoria
del onceavo certamen celebrado en 2023. Volver al índice de poemas ACCÉSIT GENARÍN AL PARLAMENTO Por Alberto Luis Collantes (Madrid) ¿Me habrá embrujado la esfera de la luna a la que canta, hoy, Genarín, mi garganta o será la borrachera? ¿Será la Semana Santa que tus milagros espera? Es Jueves Santo, León despierta su sed de fiesta, la política se apresta a arrancarse el corazón y, después de la elección, el Parlamento se acuesta. Huele a rancio la leonera, y a una caducada ofensa que clama por la defensa de lo que cada cual quiera, dejándose en la escalera frases que ya nadie piensa. La fulana redimida, que dejó la profesión volviéndose a su región, cree que el milagro es la vida que se da la corrupción entre mordida y mordida. Una antigua Macarena orina, casi deshecha, su piedra de ultraderecha que, meada, le es ajena, y su anatema sospecha que su ex formación no es buena. Rezo a Genarín: me jura que hoy gana la Cultural y, en la calle de la Sal y a pesar de la locura, hoy no ha de ser criminal el camión de la basura. Es Jueves Santo, Francisco Pérez Herrero la lía dejando su Cofradía, pues quiere montar un cisco en este Congreso arisco que se insulta cada día. Se introduce en el Congreso nuestro Padre Genarín y saca del calcetín un milagroso suceso: Cada político un beso ofrece como botín. El ciudadano, ¡normal!, queda mudo, boquiabierto, al ver a Pedro y a Alberto abrazados a Abascal, que besa a un homosexual dejando su labio abierto. El ciudadano de a pie (ya sabéis de quién os hablo) lo flipa al ver el retablo que muestran desde el PP (en el retablo se ve a Ayuso besando a Pablo). “Falta usted a la verdad”, se escucha en vez de “usted miente”, y el ciudadano se siente lleno de felicidad cuando ve que la bondad es quien gobierna a la gente. Ningún político grita, y todos unen sus manos como si fueran hermanos, y dan a quién necesita, y España está más bonita incluso con tertulianos. Los insultos del invierno parlamentario se van fundidos en agua y pan, producto del buen gobierno solidario, sempiterno, que los milagros nos dan. Entonces, ¡ay que dolor!, me despierta de mi ensueño milagroso mi pequeño que enciende el televisor; y todo lo que era amor pasa a ser tan solo un sueño. Francisco Pérez Herrero, a veces, y el sueño es triste, en mis deseos existe un alcohólico putero, de profesión pellejero que cuenta a Pessoa un chiste. Es Jueves Santo, el embrujo de este curtidor de pieles, conserje de los burdeles y aficionado al orujo, sigue presente en los fieles que con su vida sedujo. Y qué mejor homenaje que dedicarme a beber, y en brazos de una mujer continuar tu linaje, y, evacuando, fallecer, y hacer de la vida un viaje. Volver al índice de poemas |
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COFRADÍA DE NUESTRO PADRE GENARÍN |
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