VII CERTAMEN GENARIANO DE VERSOS BURLESCOS
A continuación se presenta un especial de todo lo relacionado con la convocatoria
del séptimo certamen celebrado en 2017. Volver al índice de poemas PREMIO DEL CERTAMEN APOCALIPSIS, FIN DE LA HISTORIA Por Marta Cordero y Clara Martínez (Madrid) ¡Ruge el trueno, se abre el cielo! Desde la Plaza del Grano comienza el Apocalipsis ordenado por Genaro. Recoge Pérez Herrero Por Genarín inspirado Todas las Revelaciones que el orujo le ha dictado, el castigo a los leoneses, que no siguen su legado. Lo plasma el poeta Herrero En romance genariano. Y en ese rapto divino, Revela Genaro el Santo “No es que forzarlo quisiera es León quien me ha obligado que con continuas afrentas mi memoria va asfaltando. ¡Ha de arder todo lo impuro! Las trompetas han sonado”. Seis las tocan a dos manos Nicolás, Eulogio y Paco pues el cuarto evangelista se ha ido a tomar un trago. Mientras canta las cuarenta le dicta desde lo alto: “Ha de comenzar el Jueves La destrucción de los malos, Irá siguiendo el camino Del martirio de Genaro” Es noche santa de jueves nada es como planeamos se ven hojas de laurel que rasgan el cielo raso Se llenan sin hacer nada todos los vasos de chato y gritan todos los viejos ¡serán señales de santo! Callen las risas de vieja, callen al niño ese llanto y escuchen todos muy quietos que el que va a hablar es Genaro - Ya está bien de ser medroso Hasta aquí hemos llegado Nadie anunció mi llegada Yo ya me sobro y me valgo Que con todo lo que he visto Un Apocalipsis traigo No me digáis que exagero Mira que llevo aguantando ¡Caminen todos mis fieles! Y sus fieles caminamos Nuestras armas, buen orujo Cabalguemos hacia el Grano Y a partir de esas palabras lo que dijo el buen Genaro, como es mucho y no hay tiempo os resumo, mis paisanos Con Castilla nos unieron y callamos, ¡qué calvario! Carrascos y zapateros el Valdesogo cerrado, los cocidos del revés por el rito maragato rescatan al buen Clarín en Gaudí transfigurado, Pocoyós, y los tranvías… Y en los antros de pecado abogados forasteros de noche disparatados que ni fueron luego al juicio ni después se han acordado de lo que hicieron de noche entre trinos y carrascos. Y ni un rayo, ni un mal trueno nuestro padre ha enviado Pero quebró su paciencia ya la frasca colmó el vaso sus jinetes se preparan cabalgan raudos al Grano. Chivando como un rocín se ve a Herrero en su caballo seguido de Eulogio y Luis que ya han parado en un antro. Desde el cielo hasta aquí Porreto les ha avisado ¡amigos!, queda la vuelta. Todos ríen cabalgando. Bajo ellos, por las calles Van sus fieles animando ¡de esta limpiamos León, pagarán por sus pecados! Si asfaltan nuestra placina, seremos duro jurado. Si derriban nuestros cubos, como cubas nos armamos Dejaremos nuestra Cultu por si repite el milagro Conservemos el Benito porque es templo de Genaro Se van a acabar las misas las del domingo y del sábado, solo el rito pellejero nos guiará al fiel ganado. Lo demás irá al infierno cuando esto se haya acabado Comenzará el recorrido En nuestra Plaza del Grano Quieran, o no lo quieran, Allí es donde el buen rebaño De seguidores y fieles Le acompaña en su calvario. Después de todo este ruido Queda ya purificado León de politicuchos, Meapilas, partidarios De miles de falsos dioses, Y se queda todo claro Como insiste tu apellido Tú, Genero Blanco Blanco Sujeta firme el Grial de doña Sancha usurpado Termina en solemne cena su Apocalipsis pagano. Evangelistas y Moncha Montan terrible sarao Genarín pide respeto: - Mi Magdalena ya ha entrado Ven aquí, moza a mi vera espárcete en el camastro Y la Anselma se deshace cuando susurra Genaro, busca un hueco en su pellejo y se acurruca a su lado. mientras sus fieles cabalgan ¡Cabalgan juntos al Grano! Volver al índice de poemas |
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COFRADÍA DE NUESTRO PADRE GENARÍN |
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