Volver al índice de poemas

SIN TÍTULO
Por César Santos García (León)

'Corría el año Veintinueve,
caía la Bolsa en New York,
aquí moría Genaro,
atropellado en León.

Fue aplastado en la Muralla
por el camión de la basura,
nuestro Bendito Canalla
en onerosa postura.

¡Hoy, el borracho escarmentado,
desde tan terrible muerte,
huye del barrendero
que al amanecer se presente!.

A base de orujo y poesía,
Cuatro poetas, no ilustres
la tristeza reponían,
y entre cuplé, trago y copla,
sacudían la congoja.

Laureado Pérez Herrero
poeta de vocación,
dentista que con esmero,
de todos oficios fizo
con más o menos devoción.

Con otros tres mosqueteros
formó un Homenaje atípico:
Muy buen amigo de Herrero
el Espléndido Luis Rico,
por castigo traía el dinero.

Eulogio ‘el Gafas’ aportaba,
su medio de locomoción,
y con taxi, refranes y ripios
al Santo al Olimpo llevó.

No es de olvidar a “Porreto”
que algo tenía de Brujo,
pues con el arbitrio de ajos
y la ayuda del orujo,
consiguió lo que nunca,
se ha vuelto a ver en León,
ver a la Cultural
en Primera División.

Al Teatro de la Noche Oscura
se acercaban los curiosos,
bien escondidos del cura
bohemios, poetastros y ociosos,
para llorar con impostura,
la húmeda huella dejada
por la Micción de tu Sepultura.

Alzáronse las manos
y rasgaron las vestiduras
al ver tus contemporáneos
el homenaje que Almas Puras,
esos Cuatro Evangelistas,
hacían de tu Figura.

Pero hoy bajo los focos
ya por un hecho funesto,
tu Ciudad anda en la boca
de un Público menos modesto.

Allá donde halla un Concejo
y después chupen del frasco,
se entonará con gracejo
el Romance de la Carrasco.

Si tus andanzas trajeron
mucho boato a León,
no menos carnavalesco
fue el juicio por este Pendón.

Fue inspectora de Hacienda
el romance no empieza mal,
que muchos conciudadanos
no se quieren ni acordar.

Todo llenó este puchero:
odios, ruinas, ambición
y jodienda a todos palos
con gran sofisticación.
..

Porque si tú ibas con putas
no era ejemplo esa actitud,
pero lo que es este caso
del Vicio se hace Virtud.

Estas cosas mi Genaro
son más costumbre de Reyes,
que al no ser populacho
se rigen por otras leyes.
Ellos estas cosas
llevan en la intimidad,
con ánimo más bien discreto.,
sin ánimo de molestar.

En este Homenaje postrero,
gran sorpresa ha levantado
un distinguido Guerrero
en este caso, abogado.

Con su incomparecencia torera
gran ejemplo nos ha dado:
Dieciocho horas abducido,
confundido, desorientado,
acercáronle a Comisaría
en un coche camuflado.

Con soberbia, yo diría,
les contestó el letrado:
Que lo que en ese tiempo
hiciera, era un asunto privado.

No es tan aventurar en falso,
que lo cegara Genaro,
y que como Saulo de Tarso
por este fuera orientado.
Que sus pasos lo llevaran
a la FEVE o al Crucero
es cosa feligresía,
que no sabrá el mentidero.

Creo sinceramente,
que la desaparición del letrado
fué para el impenitente
por la mano de Genaro.

Ya puede imaginar la gente,
que del Tema hemos hablado
y no eran pocas las voces,
que hoy lo quieren a mi lado.

Ya tienes compañeros Genaro
en ese que es tu Parnaso,
pues han llenado papeles
de periódicos como el Caso.

Pero ¡Oh! conciudadanos,
no ha de ser el estandarte
de esta ciudad de León
el vicio, el pecado, el fornicio,
junto con la corrupción.

¡Atentos los Asturianos!
porque es cosa demostrada
que ya quiso el Señor Jesucristo
que fuéramos primos hermanos.
Que si en Oviedo el Sudario
de la Verónica quedó,
aquí en nuestra Ciudad
¡El Señor dejó el Copón!

Que no importa lo que porfíe
Rita la Barberá,
ni Rita ‘la Cantaora’
que otra copla ha de cantar.

Ya me despido Señores,
comienza la Procesión
dedicada a los mejores:
¡Los poetas de León!.

Que aunque con sencillo ripio,
de este tiempo trasnochado,
es este Final el Principio
de la Procesión de Genaro.



Volver al índice de poemas