IV CERTAMEN GENARIANO DE VERSOS BURLESCOS
A continuación se presenta un especial de todo lo relacionado con la convocatoria
del cuarto certamen celebrado en 2014. Volver al índice de poemas LA PASIÓN DE GENARÍN Por Luis Antonio Beauxis Consul (Montevideo - Uruguay) Vivía Genaro Blanco el pellejero en un lugar de León, que no en La Mancha, y aunque datos poseo en avalancha no los daré... pues recordar no quiero. Jueves Santo salió, boina calada, de la tasca en que orujo trasegara. La Calle de la Sal la transitara y la Muerte no le perdía pisada... Genarín recorrió los treinta pasos de aquella angosta calle, tumbo y tumbo, sin que lograse establecer un rumbo: sus sentidos eran más bien escasos. Acabar esa noche en un burdel sólo eso Genaro pretendía y al anunciar el gallo un nuevo día estar con una puta, piel con piel. Mas la Muerte , más puta que ninguna, le seguía acechando por su mal. A ambos los vio pasar la Catedral bajo la luz difusa de la luna. "¡Qué ganas de mear!" Genaro dijo, sintiendo que estallaba su vejiga, y así ensayando una especie de giga para desagotar buscó cobijo. El Arco de la Cárcel dejó atrás, mas con la puta Muerte suerte no hubo y llegando los dos al tercer cubo Genarín exclamó: "¡No aguanto más!" Hisopo en mano se dio a bautizar nuestra antigua muralla de León y apenas promediada la micción, a su espalda, la Muerte fue a llamar... Genarín dio la vuelta con presteza, al igual que lo haría un viejo zorro, y dirigiendo hacia la Muerte el chorro la meó de los pies a la cabeza. - "¡Has de pagar bien cara esta osadía! ¡Te voy a desollar como a un conejo!" - "Yo no pienso entregarte mi pellejo así que no lo vendas todavía..." - "¿Y cómo harás para salvar tu vida cuando te estreche en mi gélido abrazo?" Genarín replicó: "Yo traigo un mazo, juguemos tute y ¡date por perdida! - "Se te nota: fullero eres de raza y darte un escarmiento bien me tienta. ¡Verás cuando te cante las cuarenta! ¡No te podrás llevar ninguna baza!" La partida se iba desarrollando, entonces Genarín hizo un anuncio: "¡Ah, Muerte! Te he cogido en un renuncio... Has perdido ya pues ¡vete marchando!" La Muerte no sintió ninguna gracia de que Genaro fuese el ganador. Masticando su saña y su rencor tornó al volante de la "Bonifacia"... La miel primero y luego la amargura Genarín saboreó en un mismo instante. Arrollador, igual que un elefante, ¡lo atropelló el camión de la basura! Consumado el designio tan funesto puso la Muerte pies en polvorosa, regresó a su morada tenebrosa mientras ¡pobre Genaro! echaba el resto... Dio la Moncha en pasar por esa ruta a tiempo justo para infundir calma a Genarín, que así entregó su alma como anhelaba: en brazos de una puta. La Moncha suspiró con honda pena, añorando los dones del finado: "Otro no tocará lo que has tocado. ¡Yo seré tu María Magdalena! También tendrás a tus Evangelistas, de las buenas noticias portadores; no han de ser, en tu caso, pescadores serán poetas, árbitros, taxistas... De milagros serás santo hacedor: sanarás al enfermo del riñón y quebrarás los huesos al ladrón que robe lo que ofrende el colgador. Saldrá tu Cofradía en Jueves Santo, por la noche leonesa, con su embrujo, y correrá a raudales el orujo... ¡Bendito Tú, que lo has bebido tanto!" Volver al índice de poemas |
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COFRADÍA DE NUESTRO PADRE GENARÍN |
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