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ROMANCE DE SAN GENARO Y LOS PAJARRACOS
Por Nicolás Miñambres (León)

¡Válgame el Señor, qué solo
paseo mis tristes penas
 por la calle de los Cubos,
esta calle tan leonesa
por donde el buen Genarín
a Dios su alma le diera!
Calle que con sus murallas
románticas y señeras,
es el mejor escenario
de recoleta belleza.
¡Ay Noche del Jueves Santo
noche tan recia y leonesa!
cuando entre los morrillones
que las murallas sustentan
la milamores florece
dulcificando las piedras.
Lejos ya, la procesión
lleva rumores de perlas,
y lágrimas de la Virgen,
lágrimas de blanca cera.
Y hay en el cielo un aroma,
un eco que aquí nos lleva 
hacia espacios siderales
de la leonesa belleza.

*     *    *

- Genaro Blanco, mi amigo,
soñaba yo bagatelas
y ahora me encuentro contigo,
con la estrella más leonesa,
luminosa y rutilante
desde que Julio escribiera
de ti, bendito canalla,
tu bella y chusca etopeya.

Y ahora yo, amigo Genaro,
Genaro Blanco, quisiera 
suplicarte a ti un milagro
que bien harías si quisieras.
Es el milagro narrado
en un romance que expresa 
todos tus buenos recuerdos 
de tu infancia, tan leonesa:
“Milagro de san Antonio
 y los pajaritos” sea 
el que quiero utilizar  
en pedirte una proeza.

 (Para recitar con la
música del Romance)

..............................................

Divino Genaro amado,
suplícale al Dios inmenso
que te conceda el poder 
en el que ahora yo pienso;
fue el de san Antonio,
bien yo lo recuerdo:
a todos los pájaros
él metió en el huerto. 
Y de esa manera,
esos pajaritos 
dejaron el pienso.
Por eso te pido
un milagro nuevo:
que a los pajarracos
del Ayuntamiento,
políticos guapos 
y otros tantos, feos,
tú los enchirones
donde no estén lejos,
a ver si consigues
que ese mamoneo
con que nos engañan
-es nuestro deseo-
lo dejen de lado,
es lo que queremos.

*   *   *

No olvides, Genaro,
Señor de mis sueños,
el significado 
que tuvo otro tiempo
palabra tan regia 
como Ayuntamiento.
Ahora lo repito 
y te lo recuerdo:
folgar y folgar
sin comedimiento.
Pero que se enteren
de que Ayuntamiento
cambió su sentido,
cambiaron los tiempos.
Espacio muy noble,
y lugar muy serio,
pedimos que sea 
de seres egregios.
Que allí no se debe
a los compañeros
joder por joder,
que eso está muy feo.
Y los cazurrines
(¡pobrecitos ellos!)
bastante ya tienen
con eso esfuerzos 
de llevar el pan
para sus pequeños.
Mira a ver, Genaro,
si nuestros deseos
pudieran tener
digno cumplimiento. 
Si posible fuera,
Genaro, yo creo 
que con el orujo
milagro tan cierto
hacer tú pudieras  
con esos mastuerzos.
Mas lo del orujo…
es lo que más temo;
que es bebida recia
para tipos lelos,
que los combinados
suavemente hechos
es lo que les mola
a nuestros señeros
munícipes, torpes
hasta en el chateo.
En fin, buen Genaro,
petición yo he hecho,
creo que razonable
para nuestro tiempo.
Piénsalo tranquilo,
aunque  yo me temo
que estos cabritillos
lo de Ayuntamiento
seguirán pensando
que es un jodedero.
A ver si un milagro
profano, en León vemos,
pues de lo contrario, 
Genaro, me temo, 
que un día un disgusto,
muy serio tendremos,
que  la cosa es grave...
¡Y esto está muy feo!



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